El negocio está en la cerda
Nutrición y reproducción porcina: claves en cada fase del ciclo reproductivo
La eficiencia reproductiva de una granja porcina depende, en gran medida, de ajustar la alimentación a cada etapa del ciclo reproductivo. Las necesidades de energía, proteína, fibra y minerales cambian a lo largo de la vida reproductiva, y una estrategia bien sincronizada impacta sobre la fertilidad, el tamaño de camada, la producción de leche y la longevidad de la cerda.
Esta guía de Vilomix repasa los puntos críticos en cinco fases: primerizas, gestación, lactación, periodo postdestete-cubrición y verracos.
1. Primerizas del crecimiento uniforme a la primera inseminación
Toda cerda altamente productiva empieza siendo una primreriza. El objetivo es llegar a la primera inseminación con edad, peso y grasa dorsal óptimos, evitando animales demasiado magros o demasiado grasos, lo que compromete longevidad y productividad.
Referencias clave:
- Edad primera inseminación: aprox. 230–250 días.
- Peso objetivo: 130–155 kg (según línea genética).
- Grasa dorsal: 13–15 mm, crítica para la secreción de leptina y el arranque correcto del ciclo reproductivo.
Estrategia práctica:
- Controlar la ganancia media diaria: 750–800 g/día desde 30 kg hasta ~140 kg.
- Si se alimenta ad libitum en fases avanzadas, ajustar dieta: menos proteína y más fibra para controlar composición corporal.
- Flush feeding 7–14 días antes de inseminación: subir pienso a 3,5–4 kg/día y más proteína para elevar LH, glucosa e insulina y aumentar ovulación.
Fibra y molienda: mezcla de fibra soluble e insoluble (pulpa de remolacha, alfalfa, salvado, cascarilla de soja), y grano semigrueso para salud digestiva y menor riesgo de úlceras.

2. Gestación: mantener condición corporal estable
La prioridad es mantener a la cerda en “forma constante” a lo largo del ciclo. Variaciones bruscas de peso o grasa dorsal aumentan partos problemáticos, nacidos muertos y costes.
Objetivo de grasa dorsal: 16–19 mm durante gestación y rápida recuperación tras el parto.
Puntos críticos:
- La cerda joven sigue creciendo en sus 4–5 primeros ciclos; la estrategia debe contemplarlo.
- Fase 0–28 días post-cubrición: crucial para fijación embrionaria. Dar 2,5–4 kg/día para cubrir mantenimiento y gestación inicial.
- Fase media 28–84 días: ajustar a la baja si la cerda está “gorda”; subir si está “flaca”.
- Últimas 3–4 semanas: subir hasta ~3,5 kg/día para apoyar crecimiento fetal y preparar la siguiente lactación.
Temperatura: por cada descenso de 5 °C bajo 20 °C, se estima +0,2 kg de pienso/día para compensar gasto energético.

3. Lactación: tres pasos para maximizar leche y reducir mortalidad
Durante parto y lactación, el factor limitante es el consumo. Si la cerda pierde demasiada reserva corporal, bajan producción de leche y rendimiento futuro.
Tres claves:
- Mantener grasa dorsal
- Objetivo al parto: 14–17 mm.
- Objetivo al destete: 13–16 mm.
Minimizar pérdidas excesivas evita retrasos en la siguiente cubrición.
Intervalos regulares de comida
3–4 tomas/día con horarios estables.
Cuanto más tiempo pasa desde la última comida antes de iniciar el parto, más se alarga el parto y más sube la mortalidad neonatal (gráficos p.16).
- Higiene de la alimentación: Limpiar restos en comederos; pienso sobrante favorece proliferación bacteriana.
- Agua: una cerda lactante necesita 35–50 L/día y caudal de 4 L/min en el bebedero.
- Curva de alimentación lactación: comenzar en 3 kg/día y subir 0,2–0,5 kg/día hasta alcanzar 6–7 kg/día; ajustar según condición y tamaño de camada (p.16).
4. Postdestete-cubrición: celo en <6 días
Tras destete, el objetivo productivo es inseminar al menos el 90% de cerdas antes de 6 días. El retraso implica días improductivos.
Tres estimulantes clave:
- Pienso: 4–5 kg/día (primerizas ad libitum 1–2 semanas previas). Subir energía y proteína aumenta glucosa → insulina → estradiol → ovulación, apoyado por mayor LH.
- Agua libre: consumo 12–20 L/día, con caudal 4 L/min.
- Luz: mínimo 100 lux a nivel ocular durante 16 h/día.
Cuando entra en celo, bajar a ~3,5 kg/día hasta inseminación y volver luego a curva de gestación.
5. Verracos: el gran olvidado que marca la fertilidad del rebaño
La calidad seminal depende de genética, manejo, microclima y nutrición equilibrada. Tanto exceso como déficit nutricional reducen libido, espermatogénesis y calidad del semen.
Guía práctica:
- Crecimiento similar a primerizas: ad libitum 30–60 kg; limitar hasta 2,9 kg/día hasta ~105 kg para evitar exceso de magro y mejorar patas.
- Verracos adultos: requerimientos parecidos a cerda gestante → 2,5–3,2 kg/día según condición.
- Ajustes: +100 g por salto y por cada grado <20 °C.
Fibra suficiente para saciedad y salud
Micotoxinas: controlar zearalenona y aflatoxina B1, asociadas a peor producción seminal y fertilidad.
Conclusión
La reproducción porcina no depende de “una dieta”, sino de una secuencia de dietas y manejos sincronizados. Controlar condición corporal, ajustar curvas de alimentación por fase, garantizar un buen número de tomas en lactación, estimular correctamente postdestete y no olvidar al verraco son las palancas principales para mejorar tamaño de camada, supervivencia, leche y longevidad.
联系
请使用以下表格来联系我们。
